La primera vez que me hablaron de la Mamounia fue hace siete años atrás, cuando nos disponíamos a realizar una escapada a Marrakech. Un viejo amigo me comentó "acercarte a la Mamounia aunque sea para hacer un té, merece la pena", y es que es uno de los hoteles más lujosos que hay en esa ciudad.
Nosotros terminamos pasando por delante y casi que de casualidad, lo cierto es que íbamos a piñón para variar, y no tuvimos tiempo.
El caso es que con este mismo nombre, existe en Barcelona un restaurante de cocina marroquí que visitamos hace unos días y al que ya habíamos intentado ir alguna que otra vez. Y ahora que lo hemos probado os puedo decir que esta de muerte.
El local es muy chulo, con una iluminación tenue que lo hace muy romántico y muy bien decorado con sus típicas lámparas en el suelo, cuadro de babuchas, cachimbas, sofalitos... y demás.
Una vez ya sentaditos y con las cartas en la mano, comenzó la difícil tarea, ¿qué pedimos? y es que todo sonaba espectacular, así que finalmente nos decidimos por un Lfoul Mcharmel - vaya lo que viene siendo Habas a lo marroquí con salsa 'chermoula', para mi marido, que estaban increíbles y eso que a mi las habas ni fu ni fa.
Yo lo tenía clarísimo, tenía el recuerdo de una sopa que probamos en la famosa plaza de Jemaa el-Fna a base de lentejas que resucitaba a un muerto, umm deliciosa, así que pedimos también una sopita que ya nos avisó el chico que no era como la que nosotros le decíamos pero que nos gustaría , así que una sopita tradicional con chebakkia y dátiles "pour ma", y desde luego el camarero no se equivocó porque me encantó, y me recordó aquel sabor que tenía en mi memoria.
Los segundos fue más fácil, tagine y couscous, así que entre la cantidad de tagines para escoger que tienen, pedimos el de carne picada y huevos muy rico.
Y un Couscous con pollo y verduras que me fue imposible de terminar uff vaya platazo, increíble.
Y para terminar selección de pastelería marroquí con Té de menta fresca.
No se vosotros pero a mi encantan estos pastelitos, tienen todos esas formas tan bonitas, tan bien decorados, con impresiones de flores o entramados arabescos que visualmente me hipnotizan, hasta me da pena hincarle el diente, aunque no se quedaron ahí ni mucho menos.
Encasillando
En definitiva un restaurante muy bonito y agradable, donde comer buena cocina marroquí, con un servicio impecable. (El chico que nos atendió era simpatiquísimo).
Precio medio por persona: 40 euros
c/ Valencia 193 · 08011 Barcelona
T. 934 520 459
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