Y finalmente fuimos al Cera 23.
Salimos a cenar después de una semana muuuuuy dura, y nos apetecía salir los dos solitos a un sitio como los de antes cuando empezábamos a salir, ni caro ni barato, con un punto romántico, acogedor y con una buena cocina y mejor servicio.
Así que decidimos ir por la zona del Raval, teníamos varias opciones de locales que aún no habíamos probado, pero finalmente Cera 23 dio con nosotros así que "pa dentro".
Era la semana de carnavales y los camareros iban disfrazados de mimos, aunque nos sorprendió que ninguno hizo ninguna pequeña gracia propia del disfraz. Me llamó también la atención la barra,con una gran selección de frutas: trocitos de fresa, de frambuesa, de coco, de lima, naranjas, carambolas y demás, un festival de color en toda regla, y un barman que ya comenzaba a preparar combinados de todo tipo.
Nos ubicaron en unas mesas altas que tienen antes del entrar al comedor, como una especie de descansillo, íbamos sin reserva y estaba a topes, (así que tomar nota si no os queréis quedar sin cenar).
Comenzamos con nuestras cervecitas para ir entrando en calor, y un pequeño aperitivo que nos trajeron mientras esperábamos los primeros, tengo que decir que tardaron bastante en traer los primeros como una media hora tranquilamente.
Finalmente llegaron y llegaron con la palabra generoso por delante, pedimos una tempura de verdura que casi no me la acabo y una escalibada con bonito.
Los segundos atacamos a la carne, mi marido una hamburguesa (para variar) y para mi el magret de pato que nos lo habían comentado como fuera de carta, tengo que decir que el punto de la carne no fue el más acertado, ya que ambas carnes llegaban pasadas de plancha, la hamburguesa la habíamos pedido al punto y el magret poco hecho, de todas formas no dijimos nada ya que estaba bastante rico y no nos importó.
Los platos nuevamente muy generosos, el magret era practicamente una pieza entera, luego nos enteramos que tenían orígenes gallegos, y ya se sabe que si estás en Galicia con hambre no te vas a quedar, eso os lo aseguro.
Para terminar, postre a compartir y chupito casero.
Encasillando
En términos generales, el lugar nos gustó bastante, los chicos fueron muy simpáticos y estuvieron bastante pendientes de nosotros en todo momento y de precio no está mal, además si eres de fuera no te preocupes por el idioma, porque en el tiempo que estuvimos allí, les escuchamos hablar inglés, italiano y algo de francés, así que la buena comunicación está asegurada.
Ideal también para ir a tomar un cóctel, buen ambiente y buena música.
Si te encuentras por la zona ya sabes Cera 23.
Restaurante Cera 23
Dirección: Calle de la Cera, 23, 08001 Barcelona
Teléfono:934 42 08 08
Precio Medio: 25 euros/pax.
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