Sábado por la mañana, salimos sin rumbo fijo, muy habitual en nosotros, terminamos dando una vuelta por el Forum, envadurnándonos en arena y jugando a un montón de cosas con nuestro retoño, hacía un montón de tiempo que no íbamos por esa zona, y fue como redescubrir una parte muy chula de la ciudad, con un montón de actividades.
Como se hizo algo tarde, decidimos comer algo por allí y terminamos andando hasta PobleNou, ja,ja, nosotros somos así imprevisibles como la vida misma. El caso es que íbamos buscando un restaurantito muy mono que habíamos visto hacía unas semanas y empezamos ha dar vueltas hasta que dimos con el, y oh, oh, estaba cerrado, ohhhhh nuestro gozo en un pozo, menos mal que divisamos otro sitio la mar de chulo y muy cerca, y allí que nos fuimos.
Catacroquet, se llama, como os podéis imaginar, templo de la croqueta, que no es por nada pero hacía días que tenía mono de croquetitas ricas y sabrosas.
El local es super chulo, paredes de tocho vista, vigas, grafittis, lámparas hechas con plantas, en fin, un sinfín de detatillos super graciosos, que consiguen que estés cómodo y confortable.
Hicimos como no podía ser de otra forma una selección de croquetas: de ternasco de Aragón, de Carrillera Ibérica al Pedro Ximenez, de Rape con Gambas y de trio de Setas.
Riquisimas todas, aunque destacaría las de ternasco y las de carrillera.
Hicimos también una Causa Limeña y un BURRITO de carrillera, que nos trajeron a la vez que las croquetas. Personalmente hubiera preferido algo de espacio entre unos platos y otros, ya que me dio la sensación de que iba todo muy rápido, aunque por otro lado, también os diré que nos fue bien, porque teníamos al peque durmiendo y pudimos comer tranquilamente.
Encasillando
Lugar agradable donde hacer una buena degustación de croquetas y cocina informal.
c. Almogàvers, 211
08018 Barcelona
T.932 80 90 59
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