Hemos estado de ruta por Francia, un viaje que hacía mucho tiempo teníamos ganas de hacer y que ahora por fin, nos hemos decidido. Ha sido un viaje fantástico, lleno de sorpresas, no me había hecho ninguna idea preconcebida de como podrían ser los paisajes franceses ya que solo había estado en París, y os tengo que decir que nos ha encantado totalmente. Hemos comido pato de todas las formas posibles e imposibles, terrinas, quesos para desayunar, comer y cenar, hemos probado sus vinos, su champange, hemos estado en sus bosques, hemos visto bambis en la carretera mientras conduciamos, hemos visto flamencos, pueblos encastrados en la montaña, un precioso cielo estrellado, y que se yo cuantisimas cosas más. Tenemos un precioso bebe todoterreno que nos ha permitido hacer todo esto y mucho más.

Y aquí va mi recomendación francesa, un precioso restaurante en Bergerac, donde nos dimos un homenaje, y como no podía ser de otra forma lo acompañamos con un fantástico vino de la zona.

El Imparfait es un coqueto restaurante, con una decoración super acogedora, de esas que te quedarías largas horas hablando y degustando, y ahora en verano se puede disfrutar también de una terracita de lo más mona, queda perfectamente recogida en una zona peatonal en donde no pasa nadie a no ser que vayas a comer, así que intimidad asegurada.

Era entre semana y disponian de menú, pero estabamos ya en los últimos días y nos queríamos dar un caprichillo, porque la verdad que tienen unos horarios, que a la que te descuidas te quedas sin comer.

Así que carta en mano y haber que delicias tenían por ahi.

Comenzaron trayendonos un gazpachito mientras esperabamos el resto de platos.

Servido a modo de chupito y con unos hielos para mantenerlo bien fresquito, je, je como me gusta ver platos bien elaborados de nuestra gastronomía cuando salimos fuera.

Continuamos con un huevo con caviar hecho a baja temperatura.

Estaba espectacular.

Después toco turno al pato, como os he dicho no podía faltar, tiene un toque diferente al que suelo comer por aquí, con un sabor más intenso y más tierno, acompañado de un puré y verduritas al dente. Simplemente riquisimo, además la cantidad fue más que generosa.