Habíamos roto nuestro cerdito y aún no tenía ni idea de donde íbamos a ir a comer o cenar, tenía un montón de opciones, pero no terminaba de encontrar aquella que me convenciera del todo.
Finalmente me acorde, el Bardot, aún no habíamos ido, y nos apetecía hacia tiempo probarlo, había leído buenas críticas y siempre que pasamos por delante nos paramos a ojear la carta, todo con muy buena pinta oye.
Así que finalmente allá que fuimos.
El restaurante te recibe con una gran barra donde puedes comer o hacer una cerveza con una tapa mientras esperas que te den mesa. Para que os hagáis una idea de como es el interior, lo describiría como un U invertida, con una zona algo más grande para mesas de grupo y un pasillo para ubicar más bien a parejas o grupos de 4.
Tengo que decir que hubieron cosas de la carta que me sorprendieron bastante, ya que no son muy habituales cosa que me encanto, es también una carta variada, con platillos para compartir la mayoría de ellos.
Nosotros comenzamos con una patatas bravas a la boloñesa, sencillas pero ricas, esto no falla nunca.
Continuamos con unos erizos con patata trufada, ummm, hacía un par de años que no comía erizos estos estaban de muerte, si no los habéis probado os lo recomiendo. Además del Bardot, hay restaurantes en la Costa Brava que cuando es época hacen menús gastronómicos que os dejaran con la boca abierta os lo aseguro.
Después no llegaron unas deliciosas Vieiras con salsa chimichurri de alga nori, y es que, que poquito necesita una viera, simplemente con un golpe de plancha, ya están increíbles!!! así que imaginar estas como estaban estas.
Turno de los platos fuertes, un Rabo de Toro a su manera, bien estofado y envuelto en una especie de tortita fina y semi crujiente, con una reducción que te volvía loca.
Y terminamos con un Risotto de Arroz Carnaroli, Flor de Calabaza y Cammenber de Normandia, que nos recomendó la camarera y que no se equivocó, no es que estuviera delicioso, estaba lo siguiente.
Estaba vez no hubo postre, nos estaba esperando en casa unas porciones de Tarta Sacher que había comprado en una pastelería cerca de casa y que según unos amigos son las mejores de Barcelona, y la verdad que no se equivocaron.
Así que con este punto y final no se puede pedir nada más.
Encasillando
Bonito lugar donde hacer una cena agradable.
Enric Granados, 147
CP. 08008 - Barcelona
Tel. 932 002 214
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