lunes, 30 de marzo de 2015

Carrot Café

¿Queréis un bocata, pero de los ricos, ricos? Pues tenéis que ir al Carrot Café.

Ya me venían voces de mi marido, que tenía ganas de un bocata de pastrami, muy típico de New York ¿pastrami? ¿New York? Yo veo aquí una indirecta clarisima para una escapadita. Pero en fin, viajes aparte, nos pusimos a buscar un lugar en Barcelona para saciar este antojo, y lo encontramos.

Curiosamente al lado del Hostel TuentiTú, y digo curiosamente, porque hace unos pocos meses nos volvimos locos buscando este hostel ayudando a dos turistas, el caso es que en la c.Tanger con c. Pamplona se encuentra uno de los templos de los bocatas.

El lugar se habré como un gran loft dividido en dos salas, con una gran mesa central y grandes ventanales.



La carta era super apetecible, variedad de panes, bagels, focaccias, pan de coca, y un montón de bocatas, que se te hacía la boca agua solo leer el contenido, pero como siempre había que decidir, y decidimos, claro.


Comenzamos con una ensaladita, rica, sin más, con su tomate, pepino, ensalada de varios tipos, zanahoria, brotes y no se que más.


Y aquí llegaron los bocatas que decidimos compartir, un gran pastrami y un cubano, a cual más rico, madre del amor hermoso. Otra de las cosas que nos sorprendió fue el tamaño, muy generoso, os aseguro que con uno de estos bocatas poco más necesitas.




Terminamos con un pastel de zanahoria, rico, jugoso, delicioso.



La visita resultó un acierto total, estoy deseando volver para probar uno de los sandwiches especiales, concretamente el de pan rústico que tiene una pinta!!!

Encasillando
Gran opción para ir de bocadillos

Precio medio por persona: 15 €

Carrot Café
C/ Tanger 22

viernes, 20 de marzo de 2015

Rest. Petit Bangkok

Hace muchísimo tiempo que me hablaron de Petit Bangkok, y hace más tiempo que estoy intentando ir, pero sin suerte, siempre esta hasta los topes ¿cual será el secreto? El caso es que una amiga que trabaja cerca, nos propuso ir a comer justamente aquí, así que con reserva echa y todo, la visita por fin estaba asegurada, uix que ganitas.

El restaurante abarca una enorme y preciosa cristalera, que esta puesta a una altura para mi gusto ideal, para ver y que no seas visto (a no ser que te asomes expresamente, claro), no me gustan esas que parecen un escaparate.


El caso es, que como mi amiga ya había ido, nos fue ideal para pedir, ya que nos propuso una serie de platos que fueron un acierto total. Decidimos compartir todos los primeros y después un segundo para cada una.

Así que empezamos con unos rollitos rellenos de gambas con verduras, espectaculares, y es que estos rollitos es raro que fallen, me encantan.


Seguimos con un wok de verduras con setas, muy rico también.


Y aquí llega la Joya de la Corona, un curry massaman con pollo y gambas,  que os prometo que es de los mejores currys que he probado nunca. Sencillamente espectacular, cada vez que pienso en curry, me acuerdo del Petit Bangkok.


Y terminamos cada una con un Pad Thai, unos tallarines de huevo con gambas, huevo y cacahuetes.


Con este festín, era imposible comer nada más, hasta el chico que la sala nos comentó que habíamos pedido demasiado, pero era un día de esos que te comes lo que te pongan por delante, así que nos lo comimos todo, todo y todo, y solo quedo sitio para un cafelito, que eso no lo perdono.

Encasillando
Para disfrutar de rica comida tailandesa.

Precio medio por persona: 20 €

Petit Bangkok
c/ Vallirana, 29, Barcelona
T. 616 18 51 96

miércoles, 11 de marzo de 2015

Rest. El Bar

Aquí va otro gran descubrimiento, tenía pelu y habíamos salido tarde de casa, así que decidimos comer alguna cosa mientras hacíamos tiempo. Decidimos ir a Plaza España y dar un paseo, no sabia donde íbamos, pero lo que si sabia es que no estaba nada cerca de la pelu.

Finalmente llegamos, el lugar estaba en una esquina de la calle Calabria, y se llama El Bar. 

Fuera habíamos visto que tenían fórmula mediodía por 16 €, pero nosotros ya habíamos decidido que probaríamos la carta, estaba llena de deliciosas propuestas de platillos, y encima mi marido había leído que hacían unas de las mejores croquetas de la ciudad.


El restaurante por fuera no me pareció gran cosa, pero cuando entre me resulto de lo más mono, un pequeño comedor con cómodos sofás y una cuidada decoración, después pude ver que a lo largo de un pasillo disponían de algunas mesas más y en la parte superior del local tenían un salón privado, ideal para celebraciones.



Como os decía nos decidimos por pedir algunos platillos de la carta, las croquetas no podían faltar después de lo leído, y tengo que decir que estaban muy ricas, con un rebozado muy crujiente.


Fuera de carta, nos comentaron que habían guisantes con cansalada, y como nos encantan pues no pudieron faltar.


Continuamos con un steak tartar, algo pequeño para mi gusto, pero muy rico, acompañado de unas tostaditas de frutos secos.


Y para terminar un canelón con trufa que estaba increíble. 


No nos apetecían postres, así que terminamos directamente con los cafés, pero os comento que tiene un carro de quesos que quita el sentido, me he propuesto volver en breve, para hacer un surtidito de quesos con una buena copa de vino, me parece un plan perfecto para el día menos pensado, ¿no os parece?



Encasillando
Un lugar que me sorprendió muy gratamente, con una cocina y una puesta en escena muy profesional, a la par que familiar.


martes, 3 de marzo de 2015

Rest. Bananas

Y paseando, paseando, llegamos a la zona del Born, un barrio que me encanta y desde que han abierto el centro Cultural es raro que pasemos por delante y no entremos a dar un vistazo, me encanta y encima es gratis.

Justo por una de sus entradas hay una acera llena de restaurantes a cual mejor, esta vez nos decimos por el Bananas, de reciente apertura y que aun no habíamos probado. 

Tenían un menú mediodía de 12 €, así que pa dentro se ha dicho.


El Bananas tiene una decoración como si de una película de Almodovar se tratará, sillas de colores, mesas de distintos tamaños y formas, luces de neón, hamacas colgantes, en fin, que da un buen rollo estar ahí dentro que ni os cuento, además el local es super grande, y comunica con el restaurante de al lado por un pasillo.



Y comenzaron a traer los platos, unas judías verdes salteadas con jamoncito y huevo poche, que estaban perfectas, las judías al dente, con un punto crujiente que estaban deliciosas, y unos macarrones con tomate, habitas y no se que más llevaba, pero estaban riquisimos.



Después continuamos con un suquet de pescado riquisimo,  y onglet con un acompañamiento de puré, tengo que decir que aunque la carne estaba algo dura, tenia un sabor increíble.



De postres, melón y pastel de queso con esta magnifica presentación.



En definitiva, un menú cuidado que supero las expectativas que llevábamos, platos bonitos, buenas presentaciones, muy ricos de sabor y muy buen servicio.

La carta, aunque en general nos pareció algo elevada de precio, tenía una sección de platos para dos personas que no estaba mal, habrá que ir a probar otro día.

Encasillando
Me pareció ideal para ir a cenar un día con amigas.
Restaurante moderno, lleno de luz y color.

Menú mediodía 12 €
Precio medio carta 35 €