lunes, 27 de octubre de 2014

Rest. Taberna Hofman

Hace ya unos 12 años que conocí por primera vez el Restaurante de la gran cocinera Mey Hofmann, cuando estaban en el barrio del Borne de Barcelona, recuerdo de pasar por delante de la escuela y ver como impartían alguna de las clases que se podían ver desde la calle. Y recuerdo la primera vez que fui al restaurante para intentar comer y como os podéis imaginar, imposible sin reserva, pero tuvimos la suerte de que conocía al Jefe de Sala y nos hizo una pequeña ruta por el lugar y nos explicó con toda clase de detalles en que consistía todo aquello.

Unos meses más tarde, conseguimos mesa para comer un mediodía y no nos defraudo.

Ahora, unos años más tarde, hemos ido viendo como han abierto otros locales y nosotros hemos estado en la Taverna Hofmann, y os aseguro que tampoco nos ha defraudado.


La taberna, tiene una carta a base de platillos, a cual más apetitoso, aunque como muchos dicen sobre el papel todo suena bien, así que fuimos para dentro a probar.

Es local no es muy amplio, es un pasillo ancho y largo con dos filas de mesas y al final la cocina y una mesa algo más grande algún grupo más numeroso.


Nosotros comenzamos con una ensaladilla hofmann, riquísima, ya se que una ensaladilla no tiene misterio, pero cuando se trabaja con producto de calidad, hasta el plato más sencillo esta delicioso, además si encima lo culminas con un buen bonito, el éxito esta asegurado.


Nos trajeron también un pan hecho por ellos mismos, recién salido del horno.


Continuamos con un pulpo con patatas confitadas.


Un arroz de gambas, servido en la propia paella, que estaba increíble.


Como plato estrella, este cabrito que veis aquí abajo.


La hora de los postres fue bastante curiosa, te viene a la mesa con una cajita de lo más mona, con todos los postres de que disponen y te los van explicando uno a uno, yo estaba tan emocionada y anonadada que no os pude hacer ninguna foto, simplemente ni me acorde, hasta que el chico se fue. 

El caso es que nos pedimos una crema catalana, que venían con sus carquiñolis y todo.



Y uno de los vasitos que tienen con sabor a frutas de verano, muy refrescante y especial.


Una cena increíble, estoy deseando de ir a probar la Terraza Hofmann, que por lo que me han dicho es también espectacular. 

Encasillando
En definitiva una gran oportunidad de disfrutar y conocer la cocina de Mey Hofmann a un precio más que razonable.

Precio medio por persona: 35 €

Taberna Hofmann
c/Girona, 145, Barcelona
T. 936241762




martes, 21 de octubre de 2014

Rest. Niño Viejo

Hace tiempo que estábamos esperando que abriera el nuevo restaurante de Albert Adria "Hoja Santa", estaba vez de temática mexicana, pero finalmente se fue retrasando la abertura y lo dejamos en el olvido, hasta que vimos en una revista una crítica de Niño Viejo, también de Albert Adria, también mexicano, pero más asequible económicamente hablando.

Así que reserva al canto y para allá que nos fuimos. 

Los dos restaurantes están en el mismo local, separados por un largo pasillo, nosotros como os comentaba fuimos al Niño Viejo, que simula una taberna mexicana, o por lo menos eso dicen, porque lo único que he pisado de México es Tijuana y ahí las tabernas eran muy distintas.



El local era muy chulo, no muy grande pero acogedor, azulejos, manteles coloridos con grandes flores, algún luchador mexicano con máscara y todo, y hasta un pequeño altarcito en el baño. Vamos que no le  faltaba detalle.




Rápidamente, nos ofrecieron algún tipo de coctel con o sin alcohol, y nos trajeron un pequeño aperitivo a base de olivas y cacahuetes.


La carta, estaba en la mesa, una de esas alargadas en la que vas marcando todo lo que te apetece con una cruz.

Nosotros comenzamos con un clásico guacamole Niño Viejo, que venia acompañado por unos totopos hechos por ellos mismos.



Continuamos con unas palomitas de pollo con salsa de jalapeño, super ricas, me encanta el pollo así crispy crispy, ummm me vuelve loca, no lo puedo evitar.



Después nos trajeron un buen surtido de salsas para los tacos que venían a continuación, de la más fuerte a más suave: salsa roja de chile de árbol tatemada, salsa verde cocida, salsa de habanero picante y unos trocitos de lima.



Con cada taco, te explicaban que salsa le iba mejor, aquí el Taco de pastor. Los tacos eran más bien pequeñitos, dos bocados para que me entendáis, pero eso sí todos ricos, ricos.


Taco de pluma ibérica, este especialmente rico.


Como plato fuerte nos pedimos el Mole de olla de carrilleras con verduritas, venía acompañado de unas tortitas mexicanas, esta ollita estaba especialmente espectacular, recomendable 100 x 100.


Y como nos quedamos con un poquito de hambre, decidimos pedirnos un par más de tacos, uno de carnitas y otro de lengua de ternera.



Y hasta aquí llego nuestra cena, los postres que tenían no nos apetecían especialmente, y además yo había hecho una Lemon Pie con Merengue que me había salido espectacular, y estaba en casa diciendo cómeme. Así que a por ella que fuimos.

Encasillando
Comida de barrio mexicano gourmet.

Precio medio por persona: 35 €

Niño Viejo
Av. Mistral nº 54
93 348 21 94



lunes, 13 de octubre de 2014

Taberna Espinaler

Conocéis la Salsa Espinaler? Nosotros hace ya bastante tiempo que la usamos en casa para aliñar los berberechos, las almejas o incluso unas patatas chips, y está riquísima. 

Pues bien, por fin hoy hemos visitado una de las Tabernas que tiene en Vilassar de Mar, donde lo suyo es tomarse el clásico vermut, acompañado de latitas.


Una típica bodega sin atisbos de modernidad, mesas de mármol, pequeños taburetes y barriles de vino, en un ambiente familiar de pueblo.



Como no podía ser de otra manera, nos pedimos nuestro vermut que te lo acompañan con una pequeña jarrita con el sifón (me pareció muy curioso).


Y comenzamos con un variado Espinaler, que había un poco de todo, berberechos, mejillones, navajuelas, almejas, bonito, calamar relleno.


No únicamente tienen latas, así que de la cocina pedimos unas croquetas de bacalao que estaban muy ricas.




Después de un par de aperitivos más de lata: almejas y langostillo, pedimos también unas bravitas que nos sorprendieron, estaban aliñadas con una salsa especiada que estaba muy rica.


Encasillando
En definitiva la típica vermutería.

ESPINALER TABERNA

Camí Ral 1
08340 Vilassar de Mar, Barcelona

Tel. +34 937 591 589



martes, 7 de octubre de 2014

La Donutería

Preparados para conocer el paraíso de los Donuts?

Aquí os presento a la Donutería, el reino de los Donuts, de las rosquillas, o como las quieras llamar, pero no se te ocurra pasar por delante y dejar de probar una, porque te arrepentirás sin duda.

Regentada por un chico estadounidense y que ha trabajado en el Escribá, decide abrir este lugar tan ideal, con su propio obrador a la vista de todos, donde puedes ver las delicias que prepara.

Tiene donuts de todos los sabores, desde los típicos de azúcar  y chocolate, hasta los más raros, tipo Cheesecake, de limón con Amapola, o salados como alguno con Beicon.




El local es de lo más chulo a acorde al tipo de dulce que tiene, ladrillo vista por todo el local, y un pequeño salón donde poder degustar tranquilamente el dulce.

Nosotros nos los llevamos puestos, para merendarlos en el Parque, que había fiesta y queríamos vivirla brindando con nuestros donuts. Así que nos los pusieron en esta cajita tan mona.



Y esta fue nuestra elección, un donut de Cheesecake con arándanos es el que no tiene agujero, y os aseguro que sabía a base de bien y que estaba riquísimo, y otro de Albaricoque y pistacho, que a mi particularmente me gusto más.







Así que ya sabéis si pasáis por la calle Parlament, 20 de Barcelona, no podéis dejar de entrar y comprar uno de estos deliciosos Donuts.

jueves, 2 de octubre de 2014

Rest. Can Jubany

Un día redondo sin lugar a dudas, que hacía muchísimo tiempo que teníamos ganas de hacer y disfrutar. Y es que hace ya bastante tiempo que queríamos probar la cocina del Nandu Jubany, pero por una cosa o por otra no habíamos podido ir. Así que nos organizamos un día entre semana y nos fuimos para la zona de Vic, famosa por sus embutidos.

Nos habíamos organizado bien todo el día, ya que nos desplazábamos a unos cuantos kilómetros de Barcelona, nos pareció interesante hacer una pequeña excursión para coger hambre y encarar la comida con más gana. Así que hicimos la ruta del Molins, pero podéis encontrar un montón más. Esta es una ruta que recorre distintos molinos de agua, resultó un paseo la mar de agradable.




Así que después de la paseada y bastante hambrientos nos dirigimos a degustar las propuestas del Chef Nandu.


Como llegamos un poco pronto, dimos una vuelta por las instalaciones y pudimos ver que tenían huerto propio y bastantes gallinas, la cual cosa hizo que aún nos entrara más hambre, una vez acabada nuestra pequeña incursión por las instalaciones, nos decidimos a entrar.


El restaurante es una típica masía pero actualizada a nuestros días, es decir, combina elementos antiguos con otros modernos, aportando un toque de calidez y sofisticación.


La masía está dividida en dos pisos y en cada piso varias salas, lo cual invita a un ambiente más íntimo. Solo entrar nos encontramos al Chef haciendo de anfitrión a todos los clientes, de una forma muy cercana.

Desprendía buen humor y daba buena cuenta de su implicación en el restaurante.

La carta se divide en tres menús. Nosotros nos decantamos por el menú Memoria, que vendría a ser el corto, si es que se puede decir así,  porque os puedo asegurar que esa noche no cene.

Para abrir boca comenzamos con un corte de Mojito, un bocado muy refrescante sin duda y que te preparaba para lo que vendría después.



Continuamos con una ligera Coca de Vidre con piñones y toques de jamón ibérico, una mini longaniza y productos del huerto a base de zanahoria, remolacha y una reproducción de una piedra comestible que resulto ser un bocado de queso azul con ciruela, y todo esto presentado en un tiesto recubierto con una tierra que también te la podías comer, no sabría decir que llevaba pero estaba riquísima.



El siguiente plato fue una crema de Ceps con huevo de codorniz pochado y "Camagrocs", aquí ya empezamos a relamernos, nos podíamos haber comido 4 o 5 de estos, ya empezábamos con cosas más serias.


Continuamos con una Coca con foie e higos caramelizados.


Huevo con setas y panceta.


Un arroz seco de espardeñas con caldo de escamarlanes, presentado en la misma paellera para ir comiendo de allí mismo (me encanto este detalle).


Cerdo rustido i confitado con chutney de piña, mango y pera.


Antes de los postres, quisimos hacer una tabla de quesos que compartimos, acompañada de mermelada de naranja amarga y tomates confitados.


Y terminamos con dos postres, un primero muy refrescante, a base de una sopa de frutos rojos con helado de queso fresco y unos Buñuelos hechos al momento rellenos de crema catalana.



Los cafés los hicimos en una terracita la mar de mona que tienen, y nos trajeron unas cuantas golosinas y pastitas de acompañamiento, todo presentado en esta cajita tan chula.


La comida la acompañamos de un Priorat de la bodega de Alvaro Palacios, muy buena relación calidad precio.



Y para terminar la jornada, nos percatamos que había un desvío donde ponía que vendían leche fresca, y allí que nos acercamos a comprar, y tendría que ser fresca fresca, porque habían un montón de vacas y terneritos.



Encasillando
Restaurante top, cocina de esencia clásica pero actualizada.

Restaurante Can Jubany
CTRA. DE SANT HILARI, S/N
CALLDETENES (BARCELONA)

T. 93 889 10 23